19/5/17

¿Qué pasó este tiempo?

El martes me llega un mensaje al WhassApp: “Ya está tu título, pasa a buscarlo de 9.00 a 13.00 de lunes a viernes cuando quieras”. Foto. Era mi título certificado en “Grafólogo Analista” por el Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe. Quien me mandaba el mensaje era María del Carmen Fontana, la responsable que eso suceda y quien se encargó de mover los hilos y cuerdas para que la solución sea la mejor y más ajustada a las leyes vigentes posible. Le agradezco, me felicita y me dice: “Costo pero lo logramos”, ya cuando fui a rendir el examen que me facilitaron hacer, según lo requerido por la Provincia y al cual me pidieron muchas extensiones ya que eran rechazadas sistemáticamente por la otra parte, me advirtieron que la cosa estaba dura, que la negativa era concreta y que ellos habían sido implacables, o sea, SILVIA BATTION no tenía nada que hacer al peso de la ley, había que cumplirla, más allá de las múltiples amenazas que me había propiciado si la denunciaba, más que nada al Ministerio de Educación, como se lo advertí desde el principio.
Lo llamo a mi papa, le cuento, me felicita de hecho él fue el “culpable” de todo esto, fue el primero que me agarro de un brazo y me dijo: “vamos a un abogado” y desde entonces, siempre se preocupó por saber cómo evolucionaba todo, aun en los momentos más muertos, pero me cuestiona todo el tiempo perdido… Stop. ¿Tiempo perdido? Ahí caí en todo lo que hice desde el 2010 hasta el momento y como esto, en realidad viene a coronar estos siete años (un septenio astral) y que en realidad es un “tiempo ganado”.
En 2010 al no poder recibirme, luego de muchas charlas, discusiones y amenazas, del INSTITUTO DE GRAFOLOGIA LITORAL de Rosario, cuya dueña, directora y creadora es SILVIA BATTION, decidí hablar con gente de Buenos Aires, más específicamente con el Colegio de Grafólogos, que no tuvieron ninguna duda en ayudarme y al cual siempre les voy a estar agradecidos. Allí tuve mi título de “Perito Grafólogo” del CES, o sea, del Centro de Estudios Superiores, que fue clave para la resolución actual, pero yo quería cerrar mi tema con SILVIA BATTION, o sea, con el INTITUTO DE GRAFOLOGIA LITORAL acá, en mi tierra, de donde hasta el momento no pienso moverme. Ahí empezó mi carrera por lo que hoy “termina”. En el medio, tres investigaciones grafológicas que intente publicar: “Así escriben las Diosas” (2011) donde analizo escrituras femeninas para determinar su arquetipo personal, a partir del estudio de la obra de Jean Shinoda Bolen; “Homosexualidad y escritura” (2012) y “Ser trans” (2013/14), o sea, que determina el género a partir de la escritura, pero evidentemente no son tan comerciales como los anuarios astro orientales. Aun así, siempre las sentí incompletas, por no poder cerrar esto y la terrible sensación de incomodidad que me proseguía (¿persigue?) una y otra vez, al acércame a una letra a analizar.
En 2014 al no tener respuestas de nadie, hice una batería de denuncias que publique por Internet en un Blog que no pienso bajar (véase: denunciagrafologica.blogspot.com), dando a conocer, no solo a quienes me conocen y sabían algo, como así también a colegas, sino que también a quienes iban a estudiar al establecimiento, que ahí pasaba eso. ¿Qué es eso? Que te discriminan no solo por pensar diferente, sino que por ganarte la vida de una manera diferente y a punto de quien lo ve, poco honrada. El Tarot era el problema. El que lo lee puede decir: “No te la creo”, “No puede ser”, “¿Año 2017?”. Si a todo. Pero logro quedarme con algo, cuando fui a rendir mis conocimientos en Buenos Aires, entre tanto, hablando con Alvaro Tenenbaum él me dice: “Ponele que lo pagas con plata que ganas prostituyéndote, lo importante nunca es eso, sino tus ganas de superarte y salir a delante como sea” y ahí recién dimensione la gravedad del hecho, que era peor de lo que ya pensaba.
Cuando hice las pasantías de Grafología (2007) en una escuela de chicos con capacidades especiales, llamada CONNAR acá en Rosario, un día, la Psicóloga Ma. Eugenia Maiorano, que también era Psicóloga de la carrera como docente, me pide un teléfono donde comunicarse, por diversas causas que hacían al tema. Recuerdo que estábamos en la puerta de la escuela y al no tener a mano donde anotar, le dije: “Mira, tengo esta tarjeta en el bolso, no va al caso, pero tiene mi teléfono que es lo que importa”. La siguiente vez que fui a cursar, SILVIA BATTION me llamo “a Dirección” me mosto la tarjeta y me dijo que no era correcto que haya echo eso desconociendo todo lo que rodeaba a esa tarjeta. La situación no termino de la mejor manera para ninguna de las dos partes en esa ocasión discutimos y le recordé que con esas tarjetas le pagaba la cuota de la carrera que no era muy accesible y si encontraba mejor manera, que me lo dijera, que me era de utilidad. Cuando me encontré con la Psicóloga, no me calle y se lo dije de la misma manera y tampoco le importo (nótese a que se dedica esta gente). A ese punto llegaban las cosas.
Hoy desempolvando me encuentro con una de las tantas tarjetas que hice por esa época, con un teléfono que ya no es el mío, un mail que no existe y con el orgullo de decir que hice lo correcto, sabiendo que el enfermo no era yo. Re encontrarse es parte del camino no el final.
El tiempo paso y yo sigo viviendo de la misma manera, en el medio libros que amo adoro y seguiré escribiendo año tras año, otros caminos similares, más reconocimiento público y mediático, quizás más trabajo, pero que te rechacen por lo que trabajas, que encima paga lo que estás haciendo que es lo que te está rechazando, solo habla de patologías de todas las personas que nombro sin ningún pudor, ni problemas, ya que no pueden negar que es así y la historia y sus fechas lo avalan.
Ahora bien: ¿Para qué sirve todo esto? Primero: NO CALLAR JAMAS. No por mí, no sé qué voy a hacer con ese papel, si lo cuelgo, si me dedico, si lo fusiono con lo que ya hago (el terror de SILVIA BATTION), no lo sé, la verdad y si lo digo ahora, miento, pero sirvió para que gente que si quiere hacer las cosas bien, supiera que si se metía en ese camino, la cosa estaba así, no está bueno el “que se joda el otro”. Segundo: EL AMOR. Nunca en mi vida recibí tantas palabras de apoyo de gente que incluso no conozco, gente que sí y hasta de colegas, que han llegado a preguntarle a la misma SILVIA BATTION sobre el tema y esta no les respondió. Tercero: EL EJEMPLO. No se callen, ni con esto, ni con nada. Insisto, no sé si lo hice por mí, hoy ya no me importa, sirvió para que todos los que están atrás mío sepan que no se tienen que quedar callados.
Esto, adelanto, no me va a dejar callado, no me voy a quedar en “el molde” por tener el título que tanto pedí como rompebolas que soy (lo admito), lo voy a contar todo, todas las veces que sean necesarias, porque soy TAROTISTA Y GRAFOLOGO y así me voy a presentar las veces que sean necesarias, porque eso, aunque parezca una aberración para mucha “Señora pacata” del ambiente grafológico, que son más de las que se ven a simple vista (soy sangre joven y vengo a revolucionar la profesión sino se muere, sépanlo de entrada), aunque hace mucho que no toco un mazo de cartas, porque la vida me llevo a vivir dignamente como escritor de Horóscopos Chinos, aunque me dedique a leer más el I CHING que otro libro en el mercado, me define, me construye y por sobre todo me da una IDENTIDAD, que no se si gente como la que tenía en frente y acabo de nombrar puede decirlo. Y eso es lo que hace que yo no haya perdido ni un segundo de ese tiempo…


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