23/7/17

Grafología y Parapsicología

Nota publicada en "Full Blog" en 2011.
Al no poder recuperar el mismo, traslado esta nota a este espacio.

Para pagar mis estudios de Grafología tuve que trabajar, a no conseguir un trabajo estable, use mí único recurso en manos: el Tarot, solo como un método proyectivo de guía, como lo definía Jung, como hoy lo define Alejandro Jodorowsky. No me da vergüenza decirlo, gracias ese dinero ganado pague mis estudios y si ese dinero lo hubiese conseguido prostituyéndome, también lo diría. La cuestión es que en ese camino, la vida me llevo andar charlas y talleres sobre el tema. Todo trabajo era y sigue siendo bienvenido, fui convocado en una oportunidad por una Parapsicóloga a dar charlas y un que otro taller del tema. Decidí acceder. Esto genero cierta confianza en ambos y al poco de conocernos me pregunto que estudiaba, le dije: “Grafología”. Su respuesta fue: “Ahhh que lindo, yo también hago Grafología. Cuando viene alguien le hago firmar y le digo lo que veo en la firma”. Supe en ese comentario que ya no tenía nada que hacer ahí. Fue la última vez que nos vimos. Los limites, el ser profesional y el manejarse con seriedad están en uno y esto hace a la seguridad de lo que se hace.
Muy diferente al tratar mal a quien lo hace, creo que lo más saludable es simplemente separarse y saber que uno esta por una senda diferente a la del otro. Nada más.
En Argentina, aunque nos hagamos los “pro” aun no entendemos muy bien que es esto de la Grafología, siguen pensando que somos una especie de brujos que adivinamos mediante las letras y lo noto cada vez que digo que soy Grafólogo y muchos dicen: “Entonces no te muestro como escribo” o el otro extremo que te firman para que les digas algo. Esto a mi punto de vista es tremendo. Un Grafólogo estudia. Repito: Estudia, en este caso la letra, la escritura. El trazo. De un vistazo eso no se ve y el Grafólogo que así lo hace me parece que no merece mucho respeto, pues esta ejerciendo mal su arte y por ende haciendo quedar mal a quien lo hace con responsabilidad.
Como siempre se dice, Argentina es un “país generoso” y ha permitido que esto suceda millones de veces y el Grafólogo tiene que tener esta cruz de explicar como se hacen las cosas todo el tiempo como disco rallado. En el otro extremo están los que se creen superiores por ser Grafólogos y saber esos secretos que el resto no (lamentablemente estos son los que abundan). El punto medio lo encuentra cada uno en su ejercicio profesional.


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